lunes, 9 de septiembre de 2013

Corazón de Poeta #2


Bueno retomemos el viejo buen hábito, el arte esencial, la forma y la idea, el cuerpo y el alma. Crear, no, no es crear, es transformar, el humo violeta y los resplandores dorados se condensan en el plateado elixir que se torna color carbón al contacto con el fuego de la pasión y mancha de negro la blancura polar de las páginas de algún libro, alguna orilla de cuaderno, una simple servilleta, que se yo. Pero ahí está la mancha negruzca, bueno generalmente negruzca, sola no es nada, sola solo es una manchita en el blanco polar de una hoja, pero el proceso se repite y vienen más, o y la suerte me sonríe y vienen más, un torrente palpitante fluye por la hoja, la corriente mancha las paginas, se entremezclan en incontables manchas, caracteres conocidos para mí, viejos amigos debo decir, es bueno volverlos a ver, últimamente he sentido la falta de ellos, el mundo rojo violáceo en mi interior se siente tan vacío cuando no saco las hadas que hay dentro, si no creo los mundos quiméricos, si no me convierto en el arquitecto celeste, las ideas no son nada, solo llamas de colores, fugases y hermosas que mueren en el ruidoso silencio del olvido. Pero cuando me atrevo a tatuarlos, cuando las llamas se enaltecen, el mundo, mi mundo, mis mundos, crecen y se hacen dorados imperios, hermosas selvas esmeralda, ciudades de seres tan bellos como extraños. La suerte me sonríe hoy, los niños son tímidos pero con pequeños pasos se deslizan en la punta de mis dedos, saltan  juguetones y se quedan en la hoja, ahora vivirán en su mundo y soñaran en el mío.

Pero mirar hacia adentro no siempre es reconfortante, a veces solo es suficiente una mirada para sentir desolación y dolor, al ver, o mejor dicho al no ver, nada, no hay nada, hoy no hay nada, solo lo mismo de hace dos días, la comida no sabe mejor si está bien cosida, sabe mejor si quieres comerla, para que dormir si lo que es real se vuelve irreal al entrar en la idea, y lo irreal vuelve a ser real al salir de esta, para que ver hacia adentro si nuestros ojos nunca podrán ver el interior de una estrella, no buscar la verdad es admitir que no existe tal cosa, vivir conforme con ser inconforme es solo una excusa vaga para la existencia, no temo decir que a veces me da miedo hablar con honestidad, pero no sé si digo la verdad o solo me engaño a mí mismo, es difícil discernir entre esto y lo otro, incluso cuando veo mi reflejo en los ojos de una persona querida, me pregunto que más cosas habrán visto esos ojos, y me pregunto que he dejado de ver con los míos propios.


Divagar suele ser reconfortante, pero a veces el caminante llega a callejones sin salida, a veces se pierde en su errante caminar, en ciertas ocasiones nos encontramos con alguien que no queremos ver, de vez en cuando nos encontramos con nosotros mismos. Hace poco salude a mi sombra, pero no me respondió. Hace poco salude a mi reflejo pero solo me ignoro. Hace poco soñé, siempre sueño, pero rara vez recuerdo, pero esta vez soñé, me vi a mi mismo cara a cara, rara vez me puedo ver fuera del cristal. No me gusto lo que vi, nunca me gusta lo que veo en mí. Simplemente no veo nada en mí. A veces me pregunto si estoy solo o solo es que ignoro al resto del mundo. No, no me duele, aprendí a vivir con eso. Aun parece que hoy, la suerte me sonríe, e incluso de no ser así, aun así diré buenas noches y me iré otra vez en la noche para regresar mañana antes de que despiertes, no me esperes y si no vuelvo, no me busques.

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