miércoles, 11 de septiembre de 2013

Jeremy




Él estaba sentado en casa, solo como siempre. Dibujándose sobre cimas montañosas. El sol amarillo limón, el sol de Dallas, sus brazos señalando hacia el cielo y los muertos yacen abajo, en charcos de barro. 16 velas se extinguen muy rápido, a las 9:45 todas se apagan. 30 vidas maduran muy rápido, siempre con cicatrices profundas. Pero ¿De dónde sacaste eso? ¿Cómo conseguiste eso? Nadie nació el 8 de junio del 81, nadie nació ese día. Ellos lo miraban con expectativas, le pedían esfuerzo y disciplina, pero él ya tenía todo lo que necesitaba.

Papá nunca le prestó  mucha atención, solo hacia lo que debía hacer, nunca hubo amor. Y el hecho es, que a mamá no le importaba.  A nadie nunca le importo hasta que habló en clase. Todos pensaron que se trataba de un juego, solo un juego. Pero esas lágrimas te delatan, ya no es divertido, antes lo era, claramente recuerdo estar molestando al chico, y era tan divertido. Parecía un pendejo inofensivo,  pero nosotros desatamos un león. Rechinó sus dientes y mordió el cañón ¿Cómo puedo olvidarlo? Nos dio a todos un golpe sorpresa, solo pude mirar adolorido y boquiabierto, fue tan rápido, solo pudimos llorar y temblar. Tal como el día, como el día en que le oí hablar en frente de la clase.

Papá nunca le dio afecto, no, y el chico era algo que mamá no podría usar. El  rey malvado, gobernó su mundo. Solo hasta ese día fue considerado una crisis, solo hasta ese día empezaron a actuar, pero ya era tarde, ya no podrás escribir en la parte de atrás, pero no estés triste, fue el primero, mas no el ultimo, habrá más para tu regocijo, veras más manzanas rojas colgar de los árboles, oirás más llantos y gritos. Al igual que los que escuchaste cuando el habló en frente de la clase.

Trata de olvidarlo. Intenta vivir con ello, crecerás siempre con heridas profundas, si lo sabes, sabes que en parte tú tienes la culpa, tú también estuviste ahí y no hiciste nada. Si nuestros padres son la imagen de dios ante nuestros ojos y   ellos nos fallan, entonces ¿qué dice eso de dios? pero no importa solo trata de olvidarlo. Trata de borrarlo. La historia satisface tu morbosa existencia, se esparce como la sangre, impacta en las mentes como una bala calibre 45. Trata de borrarlo, no cantes sobre eso, no más noticias tristes, pero no puedes y nunca podrás borrarlo del pizarrón.


Jeremy habló en frente de la clase hoy. Pero no fue el único.

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